Igual que cuidamos y tratamos nuestra piel para retrasar y preservar el proceso de envejecimiento ¿por qué no hacer los mismo con la zona íntima?
El láser ginecológico MonaLisa Touch de Deka Láser ha llegado para resolver, no sólo problemas funcionales, que afectan a la salud y minan la autoestima, sino, además, para mejorar la calidad de vida, así como alargar y mejorar la vida sexual.
Muchas disfunciones de la zona íntima femenina no se tratan o se ignoran porque se consideran una consecuencia inevitable de procesos fisiológicos naturales, como los partos o la menopausia. Estas disfunciones pueden llegar a tener consecuencias importantes, tanto físicas (dolor, ardor o incontinencia) como psicológicas que repercuten negativamente, en el día a día de quienes la padecen, así cómo en sus relaciones de pareja. MonaLisa Touch es la solución más revolucionaria para recuperar la funcionalidad de la zona vulvovaginal tras la menopausia, los partos o la incontinencia urinaria que, la práctica de algunos deportes como el running, está provocando en algunas féminas a edades tempranas. Pero todavía es mucho más importante que este láser puede paliar las atrofias vulvovaginales que provocan los tratamientos oncológicos, una de las muchas secuelas que dejan en estas pacientes, de las que prácticamente no se habla.
Más de medio centenar de estudios clínicos y publicaciones en las más prestigiosas revistas científicas del mundo, avalan la eficacia y seguridad de MonaLisa Touch. Se trata del primer láser ginecológico específicamente diseñado para tratar las disfunciones vulvovaginales que cuenta con la aprobación de la exigente FDA estadounidense. Este láser ginecológico es el único que se aplica sin anestesia porque es indoloro y el tratamiento se realiza en tan sólo 5 minutos.
Este sistema emplea un innovador láser de CO2 fraccional, controlado por un sistema robotizado de escáner, exclusivo de Deka Láser, que garantiza una eficaz y homogénea aplicación. Provoca una contracción inmediata de las paredes vaginales, favoreciendo la producción de colágeno nuevo y regenerando el ya existente, incrementa la vascularización sanguínea y permeabilidad de las mucosas, creando una verdadera regeneración vulvovaginal, que permite la recuperación de la funcionalidad, elasticidad y lubricación de la vagina.
El tratamiento dura cinco minutos; se requieren tres sesiones, una al mes y, después, se recomienda otra de recordatorio anual. El procedimiento es mínimamente invasivo, se practica sin anestesia y es indoloro, tanto durante como después del tratamiento.
La paciente ya nota mejoría significativa de su sintomatología, tanto en la elasticidad, la lubricación y satisfacción sexual, durante la primera semana, habiendo constatado su efectividad a largo plazo.
Se recomienda no mantener relaciones sexuales con penetración vaginal en las 48 horas posteriores al tratamiento, así como no realizar ejercicio físico muy intenso el mismo día de la sesión. Por lo demás, puedes incorporarte inmediatamente a tu rutina habitual, tras el tratamiento.
Un tratamiento seguro y eficaz, que no tiene efectos secundarios, aunque de manera excepcional, podría producirse un leve sangrado, ligero ardor transitorio o una mayor cantidad de flujo en los días siguientes a la sesión.
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