cuidados
para mitigarla este otoño
Cuando
se acerca el otoño, es habitual agobiarse al encontrar un gran número
de cabellos en la almohada o en el suelo. Sin embargo, no siempre hay
que preocuparse, aunque es recomendable consultar con el médico si notamos algo fuera de lo habitual.
En el caso de que se trate de algún tipo de alopecia, es crucial
detectarla a tiempo y, sobre todo, iniciar el tratamiento adecuado.
Más
allá de los tratamientos que nos mande el médico, hay algunos consejos
fáciles de seguir que ayudarán a mantener un pelo fuerte y sano y
paralizar su caída.
1. Dieta equilibrada, rica en vitaminas y minerales
La
falta de ciertas vitaminas y minerales es motivo de aparición de varios
tipos de alopecias.
Estos son algunos de los nutrientes más importantes
para la salud capilar, que pueden añadirse a nuestra rutina en un suplemento alimenticio o con pequeños cambios en la dieta:
- Hierro:
se encarga de producir hemoglobina, la proteína que transporta el
oxígeno al cuerpo. Es, por tanto, imprescindible para que el oxígeno
llegue a la raíz del pelo.
Se encuentra en alimentos como las legumbres,
las espinacas o la carne de hígado.
- Zinc:
ayuda a la absorción de los nutrientes y estimula el crecimiento del
cabello.
Se encuentra en las almejas, las carnes rojas, el queso o las
avellanas.
- Omega-3:
un extra de este nutriente ayuda a aumentar la densidad capilar y a
frenar la caída.
El aceite de oliva, el pescado azul y los mariscos son
ricos en omega-3.
- Vitamina A:
es la encargada de producir el sebo, que hidrata el cuerpo cabelludo.
Si hay una falta de esta vitamina, se ralentiza el crecimiento capilar y
se reseca la melena.
Son ricos en vitamina A los huevos, las
zanahorias, el brócoli o las espinacas.
- Biotina:
es una de las vitaminas del grupo B. Un déficit de esta vitamina hace
que el pelo se vuelva más débil, por lo que mantener un buen nivel es
indispensable para evitar su caída.
Está presente en los huevos, la
leche o los plátanos.
- Cistina:
es un aminoácido que forma parte de las proteínas que componen la fibra
capilar. Al incorporarlo en nuestro organismo, ya sea a través de la
dieta (judías verdes, brócoli, queso...) o de un suplemento, ayudaremos a
fortalecer la salud del pelo.
2. Evitar el estrés
Puede ser un consejo difícil de seguir en determinados momentos de la vida. No obstante, hacer ejercicio con regularidad ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés que
pueden provocar el efluvio telógeno. Además, hacer deporte motiva el
flujo sanguíneo y hará que llegue mejor al cuero cabelludo.
3. Secar sin agresividad
Hacer movimientos bruscos y fuertes para secar el pelo con la toalla no solo lo encrespará más, sino que puede dañar la fibra capital. Lo más recomendable es hacer movimientos sutiles y utilizar materiales muy suaves, preferiblemente, de algodón.
4. Masaje capilar
Incorporar el masaje a nuestra rutina de cuidado ayudará a incrementar el flujo sanguíneo que llega a los folículos pilosos, con lo que se fortalecerán las raíces.
5. No abusar del secador y la plancha
El calor de los productos de secado y moldeado puede dañar seriamente el cuero cabelludo
y provocar que el cabello se debilite, se reseque y se caiga. Para
quienes no quieran renunciar a estas herramientas, lo mejor es utilizar
un protector del calor antes.
"En otoño, puede dar pánico ver que se nos caen más cabellos que en otras épocas, especialmente si tenemos el pelo largo, porque se ven más. Si se nota que la caída es más abundante de lo habitual, hay que acudir a un profesional, que diagnosticará si se trata de algo más que una simple renovación. En DosFarma hemos querido aportar estos consejos para quienes quieran fortalecer su melena y, sobre todo, comenzar a prevenir la alopecia, que puede frenarse mucho si se siguen las pautas adecuadas".
Fuente: dosfarma
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