Hablemos de Obesidad: Campaña de Concienciación Social


Obesidad,
"la pandemia del siglo XXI"

En España, la obesidad es el segundo factor de riesgo para la salud. Según los últimos datos recogidos por la Encuesta Europea de Salud, en nuestro país un 62,3% de las personas mayores de edad está por encima de su peso recomendado; en concreto, un 39,4% tiene sobrepeso y un 22,9%, obesidad. Además, la mitad de las personas con obesidad no habla con su médico sobre cómo abordar su pérdida de peso y más del 80% considera que la responsabilidad de bajar de peso es únicamente suya, obviando que la obesidad es una enfermedad que, como tal, lleva implícito un abordaje integral y a largo plazo en el que la ayuda de los profesionales es esencial.


Con la intención de generar diálogo sobre la obesidad y sus consecuencias en la salud, la compañía Novo Nordisk, con el apoyo de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha puesto en marcha la campaña de concienciación social "Hablemos de Obesidad", para ofrecer a pie de calle análisis de composición corporal. Hasta la fecha, se ha realizado el estudio a cerca de 1.000 personas y se ha informado a más de 4.000 sobre los riesgos asociados al sobrepeso y la obesidad.

Consideramos que el abordaje completo para luchar contra esta pandemia incluye cuatro aspectos esenciales: una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular, apoyo psicológico por parte del entorno y un tratamiento farmacológico cuando el especialista lo considere oportuno", ha señalado Domenico Forte, Director de la Unidad de Obesidad de Novo Nordisk.


Por ello, se ha celebrado en Madrid, una mesa redonda de expertos, a la que hemos tenido el placer de asistir, en la que han participado representantes de las áreas implicadas en este abordaje integral: Miguel Ángel Rubio, Coordinador de la Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) y Vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Purificación Martínez de Icaya, Jefa de Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Severo Ochoa y tesorera de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Samantha Vallejo-Nágera, chef y presentadora y Juanjo Rodríguez, entrenador e influencer. 


"La obesidad es una enfermedad crónica que implica un cambio del estilo de vida programado y progresivo a largo plazo, para el que no existen curas o remedios milagrosos. Se asocia al desarrollo de enfermedades concomitantes (diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol alto, insuficiencia cardiaca, apnea del sueño, entre otras). Solo los endocrinólogos y otros médicos expertos en obesidad pueden realizar una valoración integral de los desencadenantes de la obesidad y sus comorbilidades, así como del tratamiento individualizado que corresponde a cada persona con exceso de peso”, ha señalado el doctor Rubio. “También es una patología muy estigmatizada, por lo que los prejuicios hacia esta enfermedad han hecho que la atención sanitaria y los recursos estén claramente infradotados”, ha añadido. “Los principales escollos con los que nos encontramos los profesionales sanitarios en el tratamiento de la obesidad son, entre otros muchos, que no contamos con otros profesionales cualificados para afrontar mejor la terapia integral y multidisciplinar que requiere (nutricionistas, psicólogos, psiquiatrías y entrenadores físicos), ni con el suficiente tiempo de atención en las consultas médicas. Además, las listas de espera para las cirugías de obesidad son muy prolongadas y no disponemos de financiación de fármacos para tratar la obesidad en ninguna condición”. 


La prevalencia de obesidad abdominal se estima en el 33,4% y es mayor entre las mujeres (43,3%) que entre los hombres (23,3%), y también aumenta con la edad. 

Entre los mayores de 65 años, la inactividad física se une a las alteraciones nutricionales y al declive de hormonas anabólicas, lo que favorece la sarcopenia y el aumento de masa grasa. “Además de las patologías concomitantes más comunes y conocidas, recientemente se ha relacionado la obesidad con trastornos cognitivos. Aunque se desconocen aún las causas por las que se producen el deterioro cognitivo y la demencia, los hábitos de vida saludables y el ejercicio físico pueden tener un efecto protector”, ha señalado la doctora Martínez de Icaya. 


Nuestra propuesta pasa por recuperar la tradición mediterránea de la alimentación que incluye un mayor consumo de pescados, legumbres, verduras y hortalizas, aceite de oliva, frutas frescas, frutos secos y cereales, y muy bajo de carnes rojas y grasas de origen animal. Y el estilo de vida mediterráneo incorpora la práctica de numerosas actividades físicas al aire libre. Estamos hablando, por tanto, de dedicar más tiempo al autocuidado para mejorar nuestra salud global, además de prevenir y de luchar contra la obesidad”, ha añadido.


Samantha Vallejo-Nágera lleva preocupada por la alimentación toda su vida. “Puedo hablar de ello en primera persona porque sé lo que es vivir pendiente de la báscula, más aún en una profesión como la mía en la que el día a día gira entorno a la comida”, señala.

Defensora de la dieta mediterránea, y gran conocedora de lo que la alimentación saludable es capaz de ofrecer en variedad y sabores, niega rotundamente que cuidar lo que comemos tenga que ser aburrido. 

“Hay vida más allá de la ensalada mixta y el pollo a la plancha. Hay un mundo de posibilidades en nuestra alimentación para no aburrirnos ni sentir que estamos ‘a dieta’ eternamente. Tenemos que verlo como una carrera de fondo porque es un aprendizaje para toda la vida; no duden que la vida de control y orden es mucho más agradable que la de las personas que padecen sobrepeso u obesidad”. 

 
Juanjo Rodríguez es entrenador personal desde hace más de 10 años. Más de 50.000 personas le siguen en Instagram, la mayoría mujeres mayores de 40 años, porque sus tablas de ejercicios están pensadas para gente real. 

“Entrenar la musculatura es muy importante para prevenir la obesidad, tanto en mujeres como en hombres a partir de los 40, que es la edad a la que empezamos a perder masa muscular y a acumular mayor porcentaje de grasa”, ha explicado.

La práctica regular de ejercicio físico es esencial en la prevención de la obesidad, tanto en lo que se refiere a la prevención primaria (no llegar a sufrirla), como en la secundaria (no volver a sufrirla). 


Entre los beneficios que se obtienen desde las primeras semanas encontramos la reducción de la tensión arterial y el estrés, el aumento de la producción de lipoproteínas de alta densidad (HDL o colesterol bueno), de la capacidad de los músculos para utilizar adecuadamente el oxígeno y de la eficacia del sistema inmune, la modulación de la presencia de azúcar en la sangre, la activación del metabolismo y la capacidad de mantener el balance energético del organismo, gastando el exceso de calorías ingeridas con la alimentación y evitando la acumulación de grasa en el tejido adiposo. “En otras palabras, ayuda no solo a perder peso, sino también a no ganarlo”, señala Juanjo. 


Pese a que estemos avanzando en el camino de la prevención, o al menos conozcamos las “armas” a nuestro alcance, parece que hay mucho por hacer. “Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Médica Americana, ya han reconocido la obesidad como una enfermedad crónica, compleja y multifactorial

Sin embargo, en España aún carecemos de un reconocimiento público por parte de las autoridades sanitarias, que sitúe la obesidad como una patología crónica, que requiere de un abordaje específico. Si bien España ya ha comenzado a tomar ciertas medidas con respecto a esta pandemia, aún se podría hacer más también desde el punto de vista de su abordaje terapéutico”, ha concluido Domenico Forte. 



"Dedica más tiempo al autocuidado
 para mejorar tu salud global,
 además de prevenir y de luchar
 contra la obesidad"
 


  




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